Tras varios días de montaje de servos, superficies de mando transmisiones de los servos, cableado de las alas y el fuse, motorización y ajustes de emisora, tenemos ya el avión listo para su vuelo. Ayer (contrarreloj) bautizamos Javi Sorando y yo el Albatros.
Transmite muy buenas sensaciones y planea muchísimo. Un inconveniente es el peso final. El avión tiene un morro muy corto y está pensado para un 600 con lo que el peso adicional en el morro es necesario. Ahora lleva cerca de 200gr.
Según pueda entrenar algo de tiempo os lo diré.
Un saludo, Javier.
Muchas gracias a Javi Sorando por su tutelado en este cacharrín.
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